La Segunda Guerra del Golfo
Febrero de 2003: los datos obtenidos a través del Pulsómetro realizado por el Instituto Opina de la Cadena Ser indican que un 94% de españoles se opone a la guerra en Irak y que el 70% rechaza la política de Geroge W. Bush y reclama más tiempo y más medios para aclarar qué sucede realmente.
Opinión de los españoles sobre la guerra de Irak y la política de George W.
Bush en Febrero de 2003
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Opina
A pesar de las encuestas y de las multitudinarias manifestaciones, España entró en la Guerra en misión de paz. El 16 de marzo de 2003, Geroge W. Bush, Tony Blair y José María Aznar celebraron la cumbre de las Azores con Durao Barroso como anfitrión. Ese ultimátum a Sadam Hussein era más bien simbólico, porque la ‘intervención’, que comenzó 3 días más tarde, ya estaba decidida.
Aprobación -por simpatizantes de partidos políticos- del ataque a Irak en
Febrero de 2003
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Opina
Los soldados españoles no entraron en Irak hasta el 30 de julio. Sin embargo, las consecuencias directas para España llegaron meses antes: el 8 de abril de 2003 muere el cámara José Couso, en un ataque perpetrado por el ejército estadounidense al Hotel Palestina, en Bagdad, donde se alojaban periodistas de distintas nacionalidades. No fue el único muerto y hubo varios heridos. A día de hoy, el delito sigue impune. Un día antes, como el preludio de lo que estaba por venir, muere Julio Anguita Parrado por el ataque de un misil iraquí a una brigada junto a la que viajaba empotrado.
Otras 11 personas de nacionalidad española, esta vez militares, fallecieron en Irak. El primero fue Manuel Martín-Oar, en agosto de 2003, pero las muertes más sonadas fueron la de aquellos siete militares que fueron asesinados a la vez, el día 29 de noviembre.
El futuro de Irak
El 16 de Octubre de 2003, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a pesar de las reticencias manifestadas por Francia, Rusia, Alemania y Siria, aprueba por unanimidad la resolución –desde entonces, Resolución 1511- presentada por Estados Unidos para el futuro de Irak, «reafirmando el derecho del pueblo iraquí a determinar libremente su propio futuro político y controlar sus propios recursos naturales».
A finales de ese mismo año, comienzan las luchas entre milicias rivales y el conflicto se complica con los enfrentamientos entre suníes y chiíes.
En mayo de 2004, las elecciones generales de España dan la victoria a José Luis Rodríguez Zapatero, en una jornada electoral fuertemente marcada por los atentados del 11–M. El acto terrorista es relacionado con la participación de España en la Guerra de Irak. Con la llegada del Partido Socialista Obrero Español al poder, Irak se vacía de tropas españolas.
Influencia del conflicto sobre los españoles antes de las Elecciones Generales
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Opina.
No obstante, la historia continúa: en 2005 se promulga una nueva Constitución que establece un sistema parlamentario de gobierno y se elige como presidente a Yalal Talabani, opositor de Sadam y ‘amigo’ de Estados Unidos. A comienzos de 2007, Estados Unidos envía nuevas tropas para combatir la resistencia, que se ha fortalecido.
En julio de 2009, se retiran la mayoría de los efectivos de Reino Unido, aunque continúan misiones de adiestramiento de las fuerzas iraquíes. Finalmente, en 2010 comienza la retirada de las tropas de combate ordenada por Obama y en diciembre de 2011 abandonan el país los últimos 500 soldados estadounidenses.
Sadam fue capturado y, tras ser juzgado por un tribunal iraquí, ahorcado por crímenes contra la humanidad en diciembre de 2006. A día de hoy, no se han encontrado pruebas de la existencia de aquellas famosas armas de destrucción masiva. Sin embargo, gracias a Wikileaks, hay evidencias de los abusos de soldados estadounidenses hacia prisioneros, del enorme número de civiles muertos e, incluso, de que el Gobierno de España puede saber que el bombardeo al Hotel Palestina no fue por equivocación.
Perdona pero aguanta
Parece que no, que no había armas. Pero petróleo sí que había, y con eso no se juega.
Hace unos días, Tony Blair se ha disculpado en CNN por decidir su participación en esta Guerra en base a ‘información errónea’ y no prever el caos que se ha desatado.
Ahora que se rumorea que van a publicarse los resultados de la investigación sobre la guerra de Irak realizada por encargo del Gobierno de Brown, Blair ha admitido incluso que esta inestabilidad puede haber fomentado el crecimiento el ISIS, el grupo yihadista Estado Islámico. En cualquier caso, considera que no debe disculparse por acabar con el régimen de Sadam y pone el conflicto sirio como ejemplo de lo que pasa ‘por no actuar’.
En la entrevista concedida a la cadena citada también se discute el nacimiento y el crecimiento del Estado Islámico. Se pregunta al ex primer ministro británico sobre una idea que, según el entrevistador de la CNN, se encuentra en las cabezas de mucha gente: si la invasión de Irak fue uno de los principales detonantes de la expansión del ISIS.
A la pregunta, el político escocés responde: «creo que hay elementos de verdad en eso pero creo que debemos ser extremadamente cuidadosos o volveremos a interpretar de forma errónea lo que ocurre en Irak y Siria hoy en día». Blair admite que tiene parte de culpa, pero también apunta a otros hechos que influyeron en el crecimiento del ISIS como la Primavera Árabe, con gran impacto en Irak, y el hecho de que los insurgentes islámicos tuviesen más prominencia e importancia en Siria.
El documental Estado Islámico-Origen y Financiación, emitido por La 1, se repasan los comienzos del grupo terrorista. En la pieza audiovisual se coloca como pilar principal del nacimiento del grupo insurgente a Irak. El primero de los expertos a los que se pregunta sobre el nacimiento de ISIS, Pedro Martínez Montávez, señala la política de Estados Unidos en el Irak de la postguerra como una de las causas principales por las que surgió el grupo yihadista.
Es seguro decir, hasta cierto punto, que la invasión de Irak y el clima posterior al conflicto que se respiraba en el país, son pilares importantes en el crecimiento del ISIS. En definitiva, el Estado Islámico sí es consecuencia de la Guerra de Irak, pero no una consecuencia atada al hecho de que una fuerza militar entrase en el país a la fuerza; son las cicatrices de una guerra y una postguerra pobremente administradas las que han dejado que el ISIS crezca.
En conclusión: mejor pedir perdón que permiso; y, en definitiva, lo de siempre: es como cuando un adolescente hace algo a espaldas de sus padres, sabiendo que de otro modo no podrá salirse con la suya. En el momento de la posterior reprimenda, se limita a disculparse. «Sí, perdona pero aguanta», responden entonces los padres.