It’s raining Trump

RAQUEL ABAD Y CARLOS GARCÍA-. Como dijo Ana Milán en Twitter: “esto sí que es un mal despertar y no lo de Resines”. La anaranjada cara del nuevo presidente despertó a todo el mundo como los primeros rayos de sol que entran por la ventana. El amanecer más raro de la historia. Lo único que mejoró el día es que el PP aún no hubiese prohibido los memes. Y es que con las malas noticias a la gente sólo le queda reírse. Desde Voldemort a Wagner Moura en Narcos todos hablaban de lo mismo: Fuckin’ gringos.

El famoso sueño americano se cumplía al fin para uno de sus compatriotas. Pero Trump jugaba con ventaja. Como si se tratasen del nuevo Nostradamus, Los Simpson ya predijeron esta victoria hace 16 años. Sin embargo, siguiendo las predicciones de Los Simpson, lo que nos depara el futuro no está tan mal: Lisa Mari Simpson sería la próxima y primera Presidenta de los Estados Unidos. Pero Donald es real, y la realidad siempre supera a la ficción. Esa ventaja se aventuraba por la noche cuando conseguía hacerse con el estado de Florida, uno de los más disputados.

El ambiente hacía sentir que no era un día normal. La gente cuchicheaba por las esquinas como los típicos vecinos cotillas que saludan de frente y a tu espalda siguen hablando de ti. Pero esta vez, todos esos corrillos hablaban de la misma persona. Pero el magnate hacía oídos sordos desde lo más alto de su más alta torre.

“No es normal, ¿Por qué han votado esto?”, “Hoy es un día triste y negro para todos, estoy compungida”, “El mundo se va a la mierda”, Otros se miraban el ombligo y decían que lo que hemos votado aquí, no es mucho mejor. Como todo diablo, Trump también tiene abogados de causas perdidas. Sin embargo, tampoco se puede calificar a 59 millones de personas como “analfabetos políticos”.

Que suenen las “Trumpetas” porque Estados Unidos ya tiene nuevo presidente. Barack y Michelle Obama se despiden de la Casa Blanca y organizan la mudanza para dejar sitio a los próximos inquilinos. Al fin y al cabo, ya se lo dijo el cantante Snoop Dogg en 2015 a la cara a Donald Trump: “Dice que quiere presentarse a presidente y mudarse a la Casa Blanca. ¿Por qué no? No sería la primera vez que echa a una familia negra de su casa”.

Mientras en Estados Unidos anochecía, en España ya llevábamos un rato despiertos. Y al igual que los estadounidenses todos esperábamos una respuesta de la líder derrotada del bando demócrata, Hillary Clinton. Unas declaraciones que nunca llegaron, para desgracia de sus fans. Aunque Donald Trump sí realizó aparición estelar. Para sorpresa de sus fans, un discurso muy comedido saliéndose de las líneas de su retórica particular. El ganador, célebre por frases como: “Yo podría matar a alguien en la Quinta Avenida y no perdería votos”, mostró una mesura como presidente de la que jamás dio atisbo como candidato.

Atendiendo a los perfiles que se publican en redes sociales sobre el 45º presidente de los EEUU podríamos estar ante el próximo Hitler, ante uno de los jinetes del apocalipsis, ante la personificación del sueño americano o, simplemente, ante el ciudadano medio estadounidense. Ciertas o falsas, alarmistas o mundanas, estas afirmaciones no dejan de describir a un personaje creado para la campaña. Un personaje que puede o no, corresponderse con lo que Trump será como presidente.

Los titulares cambian y el texto que le sigue difiere con todo lo defendido hasta el momento. El mensaje ya no es el mismo. Nada es lo mismo. Todo ha cambiado.

Muchos critican la figura de Trump y defienden la de Hillary, pero ¿Saben quién es el último presidente que estuvo antes de Obama? ¿Saben quiénes son el resto de candidatos que luchaban por conseguir ese “sueño americano”? Frases teñidas de opiniones copiadas por seguir la moda. Al día siguiente esas personas no comentan nada más, porque esa moda ya ha pasado de moda. Qué pena que no sepan cuidar el estilo, que es lo que realmente prevalece. Muchos otros quizás conozcan al nuevo presidente por sus cameos en exitosas series de televisión como “El Príncipe de Bel-Air” o en la película “Solo en casa 2”.

El día va terminando y Twitter y Facebook deja de tener post compulsivos. Todos se van olvidando del tema, parece que Resines haya vuelto a caer en un sueño profundo del que no se despertará hasta dentro de cuatro años (por el momento).

Trump es el nuevo presidente, eso es un hecho. Y como dijo un sabio “los hechos son sagrados y las opiniones son libres”.

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